¿Quién soy?
LA HIJA DE RA
Cual es mi verdadero nombre, no importa. Es absurdo que escriba algo sobre mí: soy muy parecida a muchos, y muy distinta al mismo tiempo. Rebelde, conservadora, transgresora, iconoclasta, proletaria y aristocrática... Pero contradictoria, jamás... Sí venías a buscar frases de autoayuda o recorte y pega de cadenas de e-mails, podés irte por donde viniste... Ahora sí, welcome to the jungle
Ud. está AQUÍ
jueves, 29 de agosto de 2013
Use y tire
Me sigue asombrando la ambivalencia o falta de memoria de algunas personas. En el peor momento de la vida, vienen y se te cuelgan a llorar del pescuezo (literalmente), pero algunos meses después... pasan a metro y medio de distancia (literalmente), y ni te saludan. Para colmo, se ponen a hablar a voces, bien como para que los escuches, que se van de festichola con tu archienemiga del alma... como para no sentirse que una se está "perdiendo de la fiesta de la vida" (?¿?) No se si sentirme la más boluda del planeta, cosa que no debería (una no debe arrepentirse de las buenas acciones, dicen... aún cuando caigan en saco roto, dicen...); o directamente felicitarme, porque... al fin y al cabo, no me abrí completamente con este ser. Como sí me brindé por completo y le confié mis secretos a otras personas, por ejemplo ... dicen que no hay que preguntarse los "¿por qué?" (por que a mi, por que esto, por que ahora). Cuando no hay razones, sencillamente hay que aceptar. Acepto que cada uno sigue con su karma, y cada quien, su cada cual. Y acepto, aunque me rompa soberanamente los ovarios, que ocasionalmente alguien me boludee de una manera tan impune.
martes, 6 de agosto de 2013
Te la creiste
Comenzaste a escribir en un blog. Ya no te acordás ni porqué. Al principio, te leyeron y te comentaron dos o tres personas. Estaban en la misma que vos, así que les devolviste la cortesía. Fue un ida y vuelta. Tus textos eran simples, con la frescura de lo espontáneo. Los de ellos también. Un día, escribiste algo demasiado fuera de lo normal. Algo muy tuyo. O algo muy gracioso, tal vez. Te leyó gente que antes no te leía. O porque se sintieron identificados, o porque les llegó algo, o porque les dio gracia. Lo cierto fue que a partir de ahí te la creiste. En tu fuero más íntimo, sabés que post es, y sabés que ningún otro le gana. Te volviste un ser cínico. Soy realmente cool, pensaste. Así que buscaste a bloggers con tu misma sintonía. Buscaste a la gente que se considera cool. Al punto que te volviste stalker de gente que no sabía que existías. Mientras, tu audiencia se reducía. Tu ego los cansó. Fuiste insoportable. Te copiaste a vos misma. Los que tenían tu site como enlace lo fueron sacando del blogroll para no quedar asociados. A su vez, la gente que stalkeabas escribía cada vez menos. Maltrataste a los pocos que te siguieron hasta el fin. Todos lo vimos. Sin usuarios que te lean y sin usuarios que leer, caiste con el estruendo de un elefante. Cuando te diste cuenta, te arrastraste a más no poder. Pero ya era tarde. Todo porque te la creiste.
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